“Dios perdona, pero nosotros no: ¿quién es el verdadero pecador?”

¡Cuánto nos urge hoy la Palabra de Dios a levantar la mirada y contemplar el misterio insondable de su misericordia! Nos hallamos en el Domingo de Laetare, un oasis en el camino cuaresmal, una pausa luminosa en este tiempo de penitencia, que nos recuerda que la alegría verdadera no es la del mundo, sino la que brota del corazón reconciliado con Dios. ¡Gocemos, pues, en el Señor, porque su amor es más fuerte que nuestro pecado!

Contemplamos hoy la grandiosa Parábola del Hijo Pródigo, ese relato que nos revela el corazón mismo del Evangelio. Vemos a un hijo que, enceguecido por el espejismo de una falsa libertad, exige su herencia y parte hacia una tierra lejana. Se aleja del padre, se aparta del hogar, se entrega al derroche y al pecado. Pero, cuando todo se desvanece, cuando las riquezas se evaporan y la fiesta se torna en hambre y humillación, la verdad le asalta: lejos del padre, solo hay miseria y desesperanza.

¡Qué actual es esta historia! ¡Cuántos hijos de Dios han cambiado la casa paterna por la ilusoria autonomía de un mundo sin Dios! ¡Cuántos han cambiado la herencia del Cielo por el placer fugaz de un instante! Como aquel joven, muchos hoy se pierden en la noche de la indiferencia, del relativismo y del pecado. Han olvidado su dignidad, han dejado de ser hijos para convertirse en esclavos del mundo.

Pero he aquí la grandeza del Evangelio: aquel joven, en su indigencia, recapacita. “Me levantaré y volveré a la casa de mi padre” (Lc 15,18). No se resigna a su miseria; en su corazón resuena la voz de la esperanza. Y es aquí donde la historia da un giro divino. Porque no es solo el hijo quien vuelve: es el Padre quien, al divisarlo de lejos, corre hacia él, lo abraza y lo colma de besos. ¡Dios no nos espera con los brazos cruzados, nos busca con entrañas de amor infinito!

Nosotros, que a veces nos alejamos, que erramos, que herimos su amor con nuestras infidelidades, debemos comprender esto: la mayor tragedia no es el pecado, sino la desesperanza. El demonio nos quiere hundidos en la culpa, Dios nos quiere en sus brazos. San Pablo nos lo dice con firmeza: “Si alguno está en Cristo, es una nueva criatura. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo” (2 Co 5,17). No hay pecado que Dios no pueda perdonar, no hay herida que su amor no pueda sanar.

Pero esta parábola no sólo nos habla del hijo que regresa, sino también del que se resiste a la misericordia. ¡El hijo mayor! ¡Cuánta amargura en su corazón, cuánta dureza! Ha servido siempre, ha cumplido con fidelidad, pero su corazón está lejos del amor del Padre. ¡Qué fácil es caer en esta actitud! Nos creemos justos, medimos la misericordia con una balanza mezquina, nos indignamos cuando Dios levanta al caído. ¡Cuidado! No nos convirtamos en fariseos que murmuran, sino en testigos que celebran. Porque en el Cielo hay más alegría por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión (cf. Lc 15,7).

Hoy la Iglesia nos llama a la reconciliación. No es una palabra abstracta, es un llamado concreto. La Cuaresma es el tiempo propicio para volver al Padre, para lavar nuestras ropas en la sangre del Cordero, para ser sanados en el sacramento de la Confesión. No posterguemos la gracia, no dejemos para mañana el abrazo del Padre. “Ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación” (2 Co 6,2).

Volvamos, pues, al Padre. Corramos a su encuentro, dejemos que su amor nos transforme. Y celebremos, con gozo, porque hoy también, en esta Eucaristía, el Padre nos ofrece el banquete de la vida. Que nuestra alegría no sea pasajera, sino la del hijo reconciliado que sabe que su verdadero hogar está en el corazón de Dios. ¡Amén!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

You May Also Like

Nuevo Rector de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos

El pasado 19 de diciembre, Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de…

Novena a la Virgen del Milagro – Segundo Día

Novena a la Virgen del Milagro – Segundo Día https://youtu.be/yd9o8V3k9Mo Ritos iniciales…

Novena a la Virgen del Milagro – Cuarto Día​

Novena a la Virgen del Milagro – Cuarto Día Ritos iniciales Por…

Novena a la Virgen del Milagro – Sexto Día​

Novena a la Virgen del Milagro – Sexto Día Ritos iniciales Por…