Con alegría y fervor, la comunidad de la parroquia Nuestra Señora del Carmen del Manzano de Paipa recibió la visita pastoral de Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de Tunja, durante los días 28 de febrero, 1 y 2 de marzo de este año. Esta visita, enmarcada en el Jubileo de la Esperanza, fue una oportunidad de encuentro con Cristo en los pobres y de renovación espiritual para toda la feligresía.
Ubicada en el corregimiento del Manzano, a tan solo 25 minutos de Tunja, la parroquia es un rincón de fe y tradición en el municipio de Paipa. Bajo la guía pastoral del Padre Francisco Leal, los fieles se organizaron para recibir a su Pastor con el cariño y la devoción que los caracteriza. Desde los más pequeños hasta los adultos mayores, todos se unieron para vivir estos días de gracia en comunidad.
Un encuentro de fe y esperanza
Desde su llegada, Monseñor Gabriel Ángel fue recibido con una calurosa bienvenida. Con pancartas, cánticos y la emoción reflejada en cada rostro, la comunidad expresó su alegría por este acontecimiento especial. La visita pastoral no es solo un evento protocolario, sino una vivencia intensa de la Iglesia como familia de Dios, donde el Pastor se acerca a su rebaño para escucharlo, acompañarlo y fortalecerlo en la fe.
Durante estos tres días, el Arzobispo compartió con todos los grupos apostólicos, agentes de pastoral y fieles en general. Cada encuentro fue un momento para dialogar sobre la realidad de la parroquia, los desafíos que enfrenta y las esperanzas que la animan. En un ambiente fraterno, se vivieron espacios de oración, formación y reflexión, iluminados por el Evangelio y el compromiso misionero de la Iglesia.
Celebraciones y momentos significativos
Uno de los momentos más esperados fue la celebración de la Santa Misa, donde Monseñor Gabriel Ángel animó a la comunidad a vivir con renovado entusiasmo su encuentro con Cristo. Destacó la importancia de construir una Iglesia en salida, comprometida con los más necesitados y con un testimonio vivo del amor de Dios. Con palabras cercanas y llenas de esperanza, invitó a los fieles a no perder la alegría del Evangelio y a ser testigos de la misericordia en su vida cotidiana.
Además, hubo espacios de encuentro con los niños, jóvenes, adultos y ancianos de la comunidad. Monseñor visitó enfermos, llevó palabras de aliento a quienes atraviesan dificultades y se reunió con los agentes de pastoral para escuchar sus experiencias y desafíos. Estos encuentros fortalecieron los lazos de fraternidad y reafirmaron el compromiso de la parroquia con su labor evangelizadora.
La Iglesia que camina con su gente
La visita pastoral dejó una huella profunda en el corazón de la comunidad. Fue una ocasión para renovar la fe, para sentir la cercanía del Pastor y para redescubrir el llamado a ser discípulos misioneros en medio de la realidad cotidiana. La presencia del Arzobispo recordó que la Iglesia no es un edificio, sino una comunidad viva que camina unida en la fe y el amor.
El Padre Francisco Leal, párroco de Nuestra Señora del Carmen, agradeció a Monseñor su presencia y el tiempo dedicado a compartir con la comunidad.
Un Jubileo que impulsa a la misión
En el marco del Jubileo de la Esperanza, esta visita pastoral fue una manifestación concreta del lema “Peregrinos de esperanza, sirvamos a Cristo en los pobres”. La experiencia de encuentro con Cristo en los pobres se hizo palpable en cada gesto de cercanía, en cada palabra de aliento y en cada celebración compartida. Es un recordatorio de que la Iglesia está llamada a ser signo de esperanza en un mundo que necesita amor, justicia y paz.
Que esta visita pastoral siga dando frutos y que la comunidad siga siendo un reflejo vivo del amor de Dios en su tierra. ¡Que Nuestra Señora del Carmen siga protegiendo y guiando a su pueblo!